Si se les enseñan a los agricultores las técnicas, prácticas, métodos y sistemas que han sido desarrollados en los últimos 70 años y que conducen a obtener rendimientos acordes con el potencial de cada planta, los habitantes de las ciudades NO morirán de hambre, las familias campesinas generarán riqueza, se dinamizarán las economías locales, reactivando el comercio y se creará bienestar colectivo.

Solo proporcionando conocimiento, poniendo las innovaciones al alcance de la gente del campo, podremos considerar que dimos el paso para ganar la batalla contra el hambre.

Ferley Henao Ospina

ferleyhenao@AgroAmigable.co